Durante el año 1971, en la ciudad iraní Ramsar, se creó un tratado internacional que propicia la conservación y el uso racional de los humedales, debido a la importancia que albergan tas proporcionar múltiples beneficios en el desarrollo humano y en la sostenibilidad ambiental, así como su propia vulnerabilidad ambiental, biológica y climática. Dentro de los países anexados a dicho tratado, se encuentra Bolivia con once humedales en protección; uno de ellos, los bofedales, los cuales son humedales de tipo pradera natural ubicados en zonas altas y con un tipo de vegetación natural con elevado potencial forrajero. Ahora bien, dentro de los proyectos que propicien la conservación de estos espacios biológicos, se encuentra este proyecto de cooperación técnica, donde se promueve a través de la intervención del enfoque del tratado internacional: "Mejora de la capacidad de conservación y aprovechamiento sustentable de bofedales y sitios RAMSAR" como parte de una iniciativa financiada por la Unión Europea con el programa Euroclima+ (que mismo se encuentra enfocado a la sostenibilidad ambiental y cambio climático en América Latina); implementada por la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y ejecutada por el IICA.