Drones aéreos y acuáticos

Los drones funcionan como alternativa a los sistemas de posicionamiento global por satélite y se ven menos afectados por aspectos climatológicos como las nubes o elementos atmosféricos, tienen una mayor flexibilidad en la forma de usarse para recabar datos del terreno y los cultivos. Con las imágenes tomadas con los drones se pueden generar diagnósticos que permiten operaciones, como gestiones hídricas, estimación de la evapotranspiración y contenido de humedad del suelo, fertilización, detección de enfermedades y cosechas selectivas, que dan paso a la producción de mapas agronómicos que representan claramente los problemas y avances de los cultivos. También, existen drones acuáticos que, con la ayuda de sensores y cámaras avanzados pueden recopilar datos sobre la calidad del agua, como la temperatura, el pH, el oxígeno disuelto y la turbidez, datos importantes para determinar la calidad de agua suministrada a un cultivo o pueden utilizarse para identificar las fuentes de contaminación e informar cómo abordarlas de la mejor manera. Además, estudios recientes han encontrado que los drones se pueden usar para inspeccionar rápidamente áreas de hábitats acuáticos y ecológicos que de otro modo serían de difícil acceso. Mediante el uso de drones, los investigadores pueden tomar imágenes aéreas de alta resolución de estos hábitats para identificar y rastrear cualquier cambio a lo largo del tiempo. Esto les permite comprender mejor la salud del hábitat e identificar más fácilmente las áreas que necesitan protección o restauración.